Quizás sea por la libertad que ofrece, porque nos acerca a la naturaleza o porque es una oportunidad increíble para vivir aventuras inolvidables. No sabemos qué es exactamente lo que tienen las furgonetas camperizadas que nos apasiona tanto, pero lo cierto es que en los últimos años las camper lo están petando como manera de viajar y vivir. Si tu sueño también es olvidarte de las ataduras y tener tu propia camper, en este post te dejamos una guía supercompleta para camperizar una furgoneta paso a paso.
Está claro que, convertir una furgoneta en un vehículo adaptado para vivir dentro no es un proceso sencillo, ni rápido y tampoco es para todos los bolsillos. Pero no te agobies, porque siguiendo punto por punto esta guía, camperizar una furgoneta está a la mano de cualquiera.
Lo primero que tienes que plantearte a la hora de camperizar una furgoneta es el tipo de vehículo que quieres convertir en tu vivienda con ruedas. Realmente cualquier tipo de vehículo es camperizable: autobuses, ambulancias, furgonetas, incluso coches.
Las furgonetas son la mejor opción a la hora de camperizar por su precio, espacio disponible y oferta. Existen muchos modelos de furgonetas en el mercado, desde las más mini como la Citröen Berlingo o la Renault Kangoo, hasta las de gran volumen como la Fiat Ducato o la Mercedes Sprinter.
El modelo deberás elegirlo dependiendo de cuántas personas van a viajar en la camper, para qué la vas a utilizar (escapadas de fin de semana, viajes largos o vivir una temporada) y las cualidades propias del modelo.
Una vez que te has decidido por un modelo, es el momento de decidir si vamos a hacernos con una furgoneta nueva o una de segunda mano. Una furgoneta nueva puede costarte entre unos 30.000€ o 40.000€ y una de segunda mano variará dependiendo de los kilómetros que tenga y del año de fabricación. Actualmente hay un gran mercado de furgonetas de segunda mano y puedes encontrar furgonetas con pocos kilómetros a un precio más que razonable (entre los 5.000 y los 20.000€ dependiendo del tamaño). Por debajo de esos precios, seguramente también podrás encontrar algo, pero tendrás que fijarte bien en los kilómetros. Intenta ponerte un tope máximo de 100.000 kilómetros. Así, si la furgoneta no se ha tratado bien, al menos ese mal uso habrá durado pocos kilómetros.
La respuesta no es sencilla, pues dependerá de muchos factores como el nivel de camperización que quieras obtener, el tipo de materiales que utilizarás y si necesitarás mano de obra extra o no.
Una camperización low cost, es decir, que cuente solamente con lo imprescindible necesitará:
La cama y los muebles puedes buscarlos de segunda mano, utilizar restos de madera o fabricarlos de materiales baratos como melamina, aglomerado o MDF. De esta forma el coste básico puede rondar los 60-70€. Como ya sabes, todo depende de la cantidad de cosas que quieras añadirle a tu camper. También necesitarás un colchón. Éste puede ser de segunda mano o a medida. La media ronda los 70€.
Para el aislamiento puedes utilizar poliespan blanco (poliestireno), lana de roca o foam autoadhesivo que son más baratos que otros materiales y centrarte en aislar las ventanas. El precio puede rondar los 60-80€.
Es imprescindible contar con una mínima cantidad de agua en la furgo, ya sea para consumir o para la higiene. Un bidón de 20 litros puede costarte alrededor de 20€.
Si pretendes cocinar mientras acampas, necesitarás una mini cocina de gas. Existen un montón de modelos y de marcas muy buenas por menos de 20€.
Lo ideal es tener una nevera de compresor, pero esta necesita instalación eléctrica con una segunda batería, así que, para ahorrarnos ese dinero, podemos llevar con nosotros una nevera portátil. También existen neveras a 12V que se conectan al mechero del coche, pero solo puedes usarlo mientras estés en marcha, y la cantidad que enfría es muy limitada.
Para poder iluminar el interior de la furgo durante la noche podemos hacernos con una luz portátil con batería. No suelen costar más de 20€.
Si vamos a aparcar nuestra furgoneta en campings o en sitios con duchas disponibles, podemos evitar esta parte, pero no siempre hay una ducha a nuestro alcance, así que te recomendamos comprar una ducha solar. No cuestan más de 30€ y dejándola una hora en el salpicadero podrás disfrutar de una ducha calentita.
Está claro que, siempre que necesitemos ir al baño, podemos utilizar la naturaleza, pero lo más recomendable es hacerse con un inodoro portátil. Puedes encontrar algunos muy buenos por menos de 70€.
En total, contando solo y únicamente con lo imprescindible, una camperización low cost puede salirnos por menos de 400€.
Una camperización más completa, va a necesitar también unos básicos:
Para esta ocasión buscaremos aislar por completo la furgoneta. Aunque optemos por un aislante más barato que el Kaiflex (aislante muy bueno, pero bastante caro), el precio mínimo para aislar la furgo al completo rondará los 150-200€.
Panelar y forrar el interior de tu camper es una decisión que puedes o no tomar. Por lo general, la opción estándar para panelar es usar madera de contrachapado (un tablero puede costarte alrededor de 20€).
Para los muebles, lo ideal también es usar madera de contrachapado. La cantidad dependerá de el tipo de muebles que quieras añadir a tu camper.
El sistema eléctrico también puede variar mucho dependiendo de la calidad y la cantidad de voltios que quieres que tenga. Uno básico constaría de una batería de 100Ah (unos 170€), un kit relé manual (80€), un inversor onda modificada 500W (50€) y variedad de cables, fusibles y luces para montarlo.
Para cargar la batería y que el sistema eléctrico funcione, lo mejor es instalar un panel solar en el techo de la furgoneta. Un panel solar de 100W puede costar alrededor de 160€ y un regulador solar estándar unos 30€.
Si quieres que tu camper tenga una cocina más completa puedes hacerte con una cocina empotrada de gas por 150€ y una nevera de compresor 12V de 70 litros por 450€.
En total, una camperización completa, pero sin extras, puede salirte por entre 2.000 o 5.000€.
Antes de ponernos a montar nada, lo que debemos hacer es coger papel y boli y planificar y diseñar el proceso de camperización.
Obviamente, lo primero será decidir qué queremos para nuestra furgoneta camperizada. Hay que tener muchas cosas en cuenta como el presupuesto con el que contamos, la cantidad de personas que van a viajar, el tamaño de la furgo, qué necesidades queremos cubrir, si vamos a añadir extras o no, etc.
Por supuesto, siempre hay que tener en mente que lo que queremos realizar cumple con la normativa vigente, pues una vez finalizada la camper, tendremos que pasar un proceso de homologación.
A la hora de diseñar el interior, primero deberemos medir el interior de la cabina de la furgo para tener las dimensiones exactas para que el diseño sea lo más correcto posible. Para crear el diseño en 3D existen programas especiales como Vanspace 3D o SketchUp (ambos para principiantes sin conocimientos previos) o AutoCAD (para usuarios avanzados).
Antes de comenzar a instalar nada, es necesario hacer una buena limpieza del interior de la furgoneta, sobre todo si es de segunda mano.
Uno de los problemas más habituales es encontrar abolladuras u óxidos en su interior. Deberás asegurarte de que no afectan a ninguna pieza esencial (si es así, tendrás que llevarla a un taller) y después deberás lijar y limpiar con alcohol toda la superficie para aplicar una o dos capas de pintura anti-óxido.
Las ventanas y las claraboyas son importantes para dar luz y para crear un buen sistema de ventilación que cree corriente de aire y evite la condensación en el interior de la furgoneta. Si tu furgoneta ya dispone de ventanas o no piensas instalar ninguna, este punto puedes saltártelo.
Para la instalación de ventanas y claraboyas hay que ponerse a cortar chapa. Para ello necesitaremos:
Después de hacer el agujero al tamaño adecuado, deberás crear un marco de madera sobre el que atornillar la ventana. Para esto usaremos listones de madera del grosor adecuado y la medida de la ventana. Una vez colocado será el momento de fijar la ventana siguiendo las especificaciones del proveedor.
Como hemos comentado antes, el aislamiento es una de las partes fundamentales de la camperización de furgonetas, pues será lo que aísle en interior de las temperaturas (manteniendo el calor dentro en invierno y evitando que entre en verano) y de los ruidos. Nuestro consejo es que no ahorres en materiales, pues evitará problemas futuros de oxidación, ayudará a consumir menos combustible y además es algo difícil de cambiar en el futuro.
Existen diversos materiales para aislar una furgoneta:
La mejor opción es combinar varios materiales como por ejemplo espuma de caucho sintético de 20 mm de grosor (tipo Kaiflex) o lana de roca y añadir después una capa de aislante multi-capas reflexivo.
El aislamiento de una furgoneta incluye suelo, paredes y techo. Debes tener especial atención en ventanas y vigas para evitar burbujas entre la chapa y el aislante.
Para recubrir el aislante realizaremos el panelado, que será la base para la decoración y los muebles de la camper. Para las paredes, techo y puertas podemos utilizar paneles de contrachapado, friso de madera o pvc y para los suelos lo ideal es utilizar contrachapado finlandés, de okume o pino.
Para que el panelado quede igualado, deberemos añadir rastreles (listones de madera maciza) a lo largo de la superficie de la camper.
La construcción y montaje de los muebles habrá que trabajarlo de manera conjunta con la instalación de la electricidad, gas y fontanería en el caso en el que vayas a instalarlos.
Ya sea que los muebles los fabriques tú, los compres en una tienda o recurras a un carpintero, utiliza tableros de madera que sean delgados, resistentes y livianos. Lo que más se suele usar en este mundillo es el contrachapado.
Todos los muebles, ya sean grandes o pequeños, deberán estar anclados perfectamente al chasis de la furgoneta. Para ello deberemos, por un lado, anclarlos al tablero y rastreles del suelo y, por otro lado, a los paneles de las paredes y el techo.
La instalación eléctrica debe tener el dimensionamiento adecuado para su correcto funcionamiento y seguridad. Para ello deberemos tener clara la distribución de luces, enchufes, interruptores y los materiales eléctricos que usaremos. Hay que tener en cuenta que, si ponemos un circuito de 230v en el interior de una furgoneta camper, implica la obtención de un certificado por parte de un instalador autorizado.
En el caso de la fontanería hay que tener en cuenta que el agua es un elemento que puede llegar a traspasar cualquier material, por lo que debemos usar buenos materiales.
Para la instalación de gas es importante tener muy en cuenta la legislación vigente al respecto y no cometer errores que puedan acarrear tener que hacer nuevos agujeros en el suelo o cambios es los muebles.
Por fin llega el momento de decorar nuestra camper y añadir todos esos extras que la convertirán en una verdadera casa con ruedas. Para ello puedes coger ideas de internet. En Pinterest encontrarás miles de ideas sobre colores, trucos y funcionalidades de los muebles.
Uno de los aspectos esenciales es añadir el colchón sobre el que vamos a dormir. Lo ideal es hacer un colchón con espuma a medida, ya que los tradicionales no suelen tener las dimensiones necesarias para la furgo.
Las furgonetas están fabricadas con las características de furgón de carga. Al camperizarlas le estamos dando otra utilidad, por lo que se necesita una homologación oficial para que puedan pasar la ITV y puedan circular sin problemas por carretera.
Antes de realizar la homologación deberemos decidir cuál es el tipo que más nos conviene: homologar como furgón vivienda o como autocaravana. Una vez decidido, revisaremos que se cumplen todos los requisitos y limitaciones.
Para conseguir la homologación deberemos presentar:
Existe la opción de camperizar una furgoneta sin tener que homologarla. Para ello tendremos que:
Esperamos que esta guía para camperizar una furgoneta paso a paso te sirva de ayuda en la aventura de montar tu propia camper. Asegúrate de disfrutar de todo el proceso y de llenar tu nevera de productos ElPozo KING.