La película coreana “Parásitos”, ha sido uno de los filmes más interesantes en los últimos tiempos. Arrasó en los Premios Óscar y fue ganadora de la Palma de Oro en Cannes. Pero, más allá de toda la secuencia de la historia hay una particularidad que impresiona, y es la obra arquitectónica que diseñó Lee Ha-Jum junto a Bong.
Bong Joon-ho, director de la película, utiliza sus recuerdos y experiencia para darle vida a la idea de “Parásito”. Nos hace partícipe de una etapa de su vida que ha marcado su futuro: “Quise retratar lo que se siente al entrar dentro de otra familia, algo que yo experimenté cuando estaba en la universidad. Durante esos años, trabajé temporalmente como tutor y tuve la oportunidad de enseñar a niños de una familia millonaria. Su casa fue algo que yo no imaginaba que existiera. Sentí que estaba infiltrándome, al mismo tiempo que recibía dinero por ello.”
A Partir de esta explicación podemos entender y comprender la construcción de la casa de Parásitos. Así que veamos todos los detalles sobre esta increíble obra arquitectónica.
La casa de Parásitos es toda una obra maestra que se construyó desde cero, y sí, quizá al verla pensarás que es una casa real que ya existía antes de comenzar el rodaje, pero no. La mansión fue construida únicamente para la película y se compuso de cuatro sets diferentes que fueron unidos a través de técnicas cinematográficas y chroma key.
La enorme mansión de Parásitos está ubicada en Goyang, ciudad de Corea del Sur que conecta con Seúl a través de la línea tres del Metro de Seúl, que, además, es capital de Corea del Sur. En dicha ciudad también se encuentra la casa de Kims, demostrando cómo se vive en las alturas y profundidades. Aunque, todo está parcialmente imaginado.
La casa de Parásito se encuentra en una colina, una zona donde solo viven los ricos y alejada del barrio bajo, otra realidad que quiso mostrar el director. Una de las curiosidades de la casa es que está llena de líneas divisorias que permitió a las personas ocultarse y espiarse uno con otros, un trabajo que tuvo que llevar a cabo el director Bong Hoon-ho para que cada personaje y grupo tuviesen sus espacios, además de los lugares secreto que no conocen.
Parásitos es una película orientada a las clases sociales, y por ello el director quiso orientar el hogar de la familia rica en dirección al sol para darles mayor acceso a la cantidad de luz natural posible. Todo lo contrario a lo que pasa en el semisótano de la familia pobre donde las cosas son completamente diferente, por ello, nada más subir las escaleras para entrar de lleno al jardín de la mansión el sol es una de las principales características que destacan.
El cine hace magia, destacando los detalles y características de la mansión, pero más allá de eso, cuenta con decoración y mobiliario de lujo: la mesa del comedor está valorada en unos 22.300 dólares, el cubo de basura valorado alrededor de 2.300 dólares, el arte en los muros valorado en 200,000 dólares, etc. Y sí, son objetos reales.
Por otro lado, el diseñador no utilizó muchos colores para la casa del Sr. Park, sino madera oscura y materiales en tonos grises para acentuar el contraste con el exterior, además de luces en tonos amarillos para crear una atmósfera sofisticada y cálida.
Seguro que os estaréis preguntando lo mismo que yo ¿no había una casa que reuniese todas las condiciones? Por supuesto que sí, pero Bong tenía condiciones claras y precisas para que los personajes se movieran según el momento. Por ejemplo, el director quiso mostrar una sensación de que una persona rica puede caer más bajo en su calidad de vida, y tener las características de la familia pobre.
La casa cierra todas sus vistas y se centra en gran parte en su interior, debido a la riqueza que tiene. Por otra parte, dejan abierta la vista abierta hacia la montaña con una representación de siempre ver hacia arriba, y nunca hacia abajo; una característica que el director quiso plasmar para entender la vida de los ricos en cierta parte.