El 29 de junio, Las Vegas fue testigo de un momento histórico: Ilia Topuria noqueó a Charles Oliveira en el primer asalto y se coronó como nuevo campeón del peso ligero en UFC 317. Un combate esperado y que terminó dejando claro que hay nuevo rey. Si fuiste como nosotros, que madrugamos como nunca para no perdernos nada (con la energía a tope con nuestros favs de la gama ElPozo King Upp), solo te queda esperar a que llegue la Velada 5 de Ibai para volver a disfrutar de esta emoción. Y si no lo viste, te traemos lo más importante del evento.
La pelea duró exactamente 2 minutos y 27 segundos. Oliveira comenzó lanzado, buscando un derribo desde el principio para llevar la pelea a su terreno, el suelo. Lo consiguió durante unos segundos, pero Topuria se sacudió rápido, se puso en pie y volvió a tomar el centro del octágono. Desde ahí, todo fue suyo. Medido, paciente, con una estrategia clara: evitar el grappling y castigar con potencia. Y así fue. Una combinación de gancho de izquierda y derecha recta tumbó al brasileño de forma brutal. KO fulminante. El árbitro ni dudó: fin del combate, Topuria campeón.
Con esta victoria, el hispano-georgiano no solo mantiene su récord perfecto de 17-0, sino que entra en la historia como el primer luchador invicto en conquistar dos divisiones de UFC: primero el peso pluma, ahora el ligero. Una hazaña de esas que hacen historia y que lo colocan directamente en el trono.
Después del combate, el ambiente se caldeó. Cuando aún no se habían apagado los focos, Paddy Pimblett se subió al octágono sin autorización para encararse con Topuria, buscando provocar. La escena fue tensa y provocó el enfado inmediato del presidente de UFC, Dana White, quien lo calificó de "inaceptable" y aseguró que “eso no debería haber pasado”. Un espectáculo innecesario tras una actuación tan contundente como la de Topuria, que solo hacía falta celebrarla.
Topuria ha llegado para quedarse. Ha noqueado a una leyenda, ha conquistado una nueva división y se ha ganado el respeto de todo el mundo del MMA. Y lo ha hecho con el estilo que lo define: directo, explosivo y sin dejar margen de duda. Ahora, con el cinturón ligero en su cintura y la corona bien puesta, el siguiente paso será decidir contra quién defenderá. Nombres como Gaethje, Makhachev o el propio Pimblett ya suenan fuerte. Pero lo que está claro es que el trono ya tiene dueño.
Aunque la noche fue claramente de Topuria, el evento dejó otras peleas muy comentadas. Alexandre Pantoja retuvo su título de peso mosca con una sumisión impecable sobre Kai Kara-France. Gregory Rodrigues protagonizó uno de los nocauts de la noche ante Jack Hermansson, y el combate entre Joshua Van y Brandon Royval fue una guerra a tres asaltos que se llevó el premio a la pelea de la noche. También brillaron Beneil Dariush y Payton Talbott, que ganaron por decisión en sus respectivas categorías.
Con este combate, Topuria no solo ha ganado un cinturón. Ha mandado un mensaje claro: en la UFC hay nuevo rey. Y si alguien quiere quitarle la corona, tendrá que sudar sangre para lograrlo.