La película "Joker: Folie à Deux" ha generado un debate intenso y una profunda división de opiniones entre críticos y fans, con una gran diferencia con la anterior, Joker (2019). << ALERTA SPOILER - AUNQUE NO SE DESGRANA NADA DE LA TRAMA SÍ SE AVANZAN COSAS SOBRE EL ENFOQUE DE LA PELÍCULA >>> Si aún no la has visto, ya sabes: ¡prepara tu fav de la gama ElPozo King Upp, y al cine antes de seguir leyendo el post!
Este nuevo capítulo, dirigido nuevamente por Todd Phillips y protagonizado por Joaquin Phoenix y Lady Gaga, viene con un formato musical y la profundización en la relación enfermiza entre el Joker y Harley Quinn. Para muchos, este enfoque supone una brillante continuación que expande el análisis psicológico del personaje, mientras que para otros es una decisión controvertida que podría arruinar la esencia del primer filme. En su primer fin de semana, la taquilla no ha superado los 40 M de euros, cifra muy por debajo que la primera.
El debate en torno al enfoque musical
Una de las críticas más polarizantes hacia Joker: Folie à Deux es su decisión de adoptar el formato de musical. Mientras que el primer Joker ofrecía un thriller psicológico sombrío que conectaba con el realismo crudo, esta secuela propone una mezcla de drama y musical, algo que ha descolocado a muchos. Los detractores señalan que mezclar un personaje tan oscuro y caótico como el Joker con el formato del musical podría diluir la atmósfera opresiva que caracterizó a la primera entrega. Aseguran que el riesgo de caer en lo ridículo o forzado es grande, especialmente para un público que esperaba una continuación en la misma línea de drama psicológico.
Sin embargo, hay quienes ven esta decisión como un movimiento audaz e innovador. Para los defensores, el hecho de que Joker: Folie à Deux abrace el musical refleja la locura interna de sus personajes y añade una nueva capa de interpretación a su psique perturbada. Se sugiere que, desde el punto de vista narrativo, las secuencias musicales serán representaciones de las distorsiones mentales del Joker y Harley Quinn, funcionando como ventanas a su desquiciada percepción de la realidad. Este enfoque podría, según algunos, convertirse en una herramienta narrativa potente si está bien ejecutado.
La participación de Lady Gaga
La elección de Lady Gaga para el papel de Harley Quinn ha sido otro punto de fricción entre los fans. Por un lado, hay un grupo que celebra esta decisión, convencido de que Gaga, con su presencia escénica y habilidades de actriz demostradas en A Star is Born, es una elección perfecta para el rol. Argumentan que su capacidad para canalizar la vulnerabilidad y la agresividad, junto con su experiencia como cantante y artista performática, la hacen idónea para interpretar la complejidad de Harley, especialmente en un formato musical.
Sin embargo, no todos comparten esta visión. Los más escépticos consideran que el peso de la comparación con Margot Robbie, quien ha dado vida a Harley Quinn en las películas del DCEU (como Suicide Squad), podría ser un lastre. Para este sector, la visión de Robbie es una representación insuperable del personaje, y creen que Gaga tendrá dificultades para hacer suyo el papel, especialmente en un entorno narrativo y estético tan diferente.
La continuidad temática: ¿deconstrucción o traición?
Quizás el aspecto más polémico en torno a Joker: Folie à Deux es si esta secuela respeta o no el espíritu de la primera película. En Joker (2019), la trama se centraba en un estudio íntimo del deterioro mental de Arthur Fleck, en una crítica social que resonaba profundamente con muchos espectadores. La película se convirtió en una especie de manifiesto sobre el abandono de los marginados por parte de la sociedad, lo que contribuyó a su éxito tanto en taquilla como en los premios.
Ahora, con la decisión de convertir la secuela en una especie de "romance psicótico" musical, algunos argumentan que se pierde la crudeza y realismo que tanto atrajo en la primera parte. Este cambio en el tono y en el género cinematográfico genera dudas entre quienes apreciaban el carácter serio y comprometido del filme original. Para ellos, esta secuela podría traicionar el impacto emocional de su predecesora al abrazar elementos más estilizados y menos crudos.
Por otro lado, hay quienes defienden que esta nueva dirección no solo es coherente, sino necesaria. Argumentan que, después del impacto que causó la primera película, seguir una línea similar habría resultado repetitivo y que el cambio de tono permitirá explorar nuevos territorios. Además, la relación entre Joker y Harley Quinn, un tema fundamental en los cómics y otras adaptaciones, nunca se ha abordado en profundidad en el cine, por lo que esta secuela ofrece una oportunidad única para profundizar en esa dinámica destructiva y enfermiza.