¿Alguna vez te has preguntado quién prueba un videojuego antes de ser lanzado? La respuesta es: los testers. Sí, probar videojuegos es una profesión real. En el artículo de hoy te contamos todo sobre esta profesión tan gamer.
Durante el desarrollo de un videojuego pueden ocurrir diversos fallos (bugs, traducciones erróneas, etc.), que los diseñadores han pasado por alto. Para que el producto final llegue lo más correcto posible a los usuarios se debe probar primero para encontrar esos fallos y que los desarrolladores puedan corregirlos. Este trabajo lo realizan los “testers”.
Ser tester de videojuegos en un principio puede parecer una profesión sencilla: pasarse todo el día jugando mientras encuentras los errores que puede haber en el juego. Ideal, ¿no? Pero no es exactamente así. Si bien es cierto que el tester se pasa el día jugando, en la mayoría de las ocasiones la tarea del testeo se basa en repetir una y otra vez una misma parte de un juego para intentar explorar todas las posibilidades e intereacciones en busca de algún error inesperado que pueda ocurrir. El trabajo de un tester, al fin y al cabo, se basa en encontrar problemas y muchas veces el desafío es ese, encontrarlos.
Los testing se pueden dividir en tres categorías (aunque esto depende de la compañía y de las necesidades del videojuego):
- Testing lingüístico: se buscan problemas en los textos del juego, tanto errores de traducciones como gramaticales y sintácticos.
- Testing de funcionalidad: se basa en encontrar todos los bugs (fallos en las texturas, objetos, movilidad, etc.) que puedan afectar al funcionamiento del juego.
- Certification testing: se somete el juego a diferentes pruebas, forzando la aparición de errores para asegurarse de que el juego esté listo para su venta. Si un juego no pasa este testing, se rechaza y tiene que volver al punto de partida.
El testeo de los videjojuegos puede darse en diferentes fases. Durante el prototipo, para comprobar la viabilidad de las mecánicas y como se comporta el motor gráfico; durante la fase “alfa” del juego, ya jugable, donde se comprueban bugs, rendimientos, etc.; y durante la fase “beta” donde el juego ya está en una versión muy avanzada y se recurre a usuarios externos (los llamados “play testers”) para que prueben un juego y ver sus reacciones, como juegan o los fallos que encuentran.
Es decir, el testing de videojuegos no es solo jugar para comprobar si el juego está bien, sino que existen testers muy diferentes dependiendo del departamento en el que trabajen (QA, tester de Certification, de Compliance, Dev, Localización, etc.). En algunos departamentos sí se juega, como tal, pero en otros se busca que el juego cumpla unos requisitos, y las pruebas o tests que se realizan no tienen mucho que ver con la jugabilidad, sino con calidad de producto.
Ahora que ya sabes de qué va el testing de videojuegos y cómo es el trabajo de un tester ¿te lo planteas como profesión en un futuro o prefieres seguir jugando en tus ratos libres?